Queremos contarles un poquito de nosotras...

 

Crecimos en el Chiloé de los años 90', cuando en Castro la plaza tenía cañones en sus esquinas, la mayoría de los caminos eran de tierra y al Parque Nacional Chiloé se llegaba en lancha.

Hoy, desde los espacios en los que nos hemos decidido desarrollar, sea en el archipiélago o fuera de él, nos urge abrir oportunidades a actuales y futuras generaciones de mujeres que habitan este territorio, generando así incidencia en el desarrollo de un archipiélago que reconoce, valora y promueve el rol de las mujeres en la constante construcción de nuestras comunidades.